martes, 27 de noviembre de 2012

Tres dudas para los psicólogos cuando miro y leo a Van Gogh















1. A los brotes psicóticos de Van Gogh le siguen etapas de sosiego. ¿Esas etapas podrían calificarse de vida normal? Es decir, cuando remiten sus ataques, ¿vuelve a la que sería su forma habitual de conducta o esas etapas de sosiego, que Heerlein califica de intervalos asintomáticos, son también una alteración de su personalidad? Esta pregunta me surge a propósito de la reflexión que hace Heerlein al final de su artículo cuando dice “imaginemos lo que habría ocurrido con la historia del arte moderno si Van Gogh hubiese recibido en forma prolongada agentes neurolépticos en sus últimos dos años de vida”.

2. Parece ser que Van Gogh deja constancia en su obra de su declive vital en los últimos dos años de vida. Cuando llega a Provence sus cuadros son luminosos porque vive una etapa de esperanza que poco a poco se desmorona hasta el desenlace fatal del suicidio. Paralelamente, sus cuadros son cada vez más oscuros, sobre todo el fondo, como si su obra caminase con él hacia la muerte pero hacia una muerte premeditada, como premeditados son sus cuadros. Pero la asimilación de la oscuridad con la muerte es una convención cultural, una metáfora presente en las sociedades occidentales. Me pregunto entonces si la enfermedad que sufría Van Gogh podría hacerle ver la vida con menos colores, en penumbra, sin brillo. Hay algunos casos estudiados de otros artistas, como Monet, que al sufrir cataratas y un deterioro importante de su visión intentaba compensar el color amarillo, con el que la enfermedad tiñe la retina, con el color complementario, es decir, el azul. A la vista de estos casos, parece existir un condicionante fisiológico para ver las cosas de manera diferentes a causa de una enfermedad. ¿Podría haber sido así en el caso de Van Gogh?
 
3. Heerlein en su artículo del año 2000 concluye que el diagnóstico para Van Gogh es de psicosis endógena y descarta otras causas. Sin embargo, en los manuales de Historia del Arte de ediciones recientes, los autores suelen afirmar que “todavía se discute la naturaleza de su enfermedad auque el diagnóstico de epilepsia puede ser el más probable y no hay que descartar otros como la sífilis o el alcohol”. ¿Es posible saber cuál es realmente el diagnóstico? o por lo menos ¿es posible descartar alguna de las patologías citadas? Porque entre el alcoholismo y la sífilis debe haber mucha diferencia para explicar la personalidad de Van Gogh.

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