miércoles, 5 de junio de 2013

¿De dónde salen los políticos?





Aunque parezca una contradicción, el objetivo principal de un político de primera línea es pasar desapercibido. Si su gestión es buena, la sociedad se sumerge en sus asuntos y solo lo vuelve a recordar cuando llegan las elecciones. Sin embargo, cuando la actuación política no se corresponde con lo esperado, el ciudadano interroga y cuestiona constantemente la figura del político. De eso sabemos bastante en España porque llevamos varios años destripando líderes, averiguando lo que son, lo que tienen y lo que tenían antes de aparecer en escena. Ahora, con el desprestigio de la clase política, el ciudadano se pregunta de dónde han salido unos personajes que deberían ser excepcionales pero que solo son capaces de exhibir su incapacidad.
Cualquier analista sabe que en la filas de los partidos existen militantes de solvencia demostrada, excelentes líderes en potencia que nunca llegarán a serlo. Son los que se quedan en la tercera línea porque además de buenos políticos son buenas personas. Personas honestas que jamás traicionarán a sus compañeros para medrar unos puestos que les catapulten a la escena pública. Y todo el mundo sabe que los de arriba han llegado hasta allí clavando las uñas en la piel de sus colegas para escalar posiciones. Mientras tanto, los mejor preparados, ética y profesionalmente, se quedan dos peldaños por debajo. Estos hombres y mujeres del “tercer nivel” son quienes saben trabajar en silencio, sin esperar nada a cambio; y los hay tanto en el PP como en el PSOE, o el resto de partidos. Entre unos políticos y otros hay un limbo de mercenarios al servicio de los transeúntes.
Hace ya varias legislaturas que los dos principales partidos debieron hacer examen de conciencia para erradicar las políticas internas que impiden sobresalir a sus mejores valores. España está pidiendo a gritos una renovación de la casta política, y eso solo será posible cuando consigan evitar que lleguen a los puestos de decisión aquellos que salen a borbotones por las trapas entreabiertas de las alcantarillas de los partidos políticos.


+ Información sobre la corrupción política en España en El Huffington Post
+ Información sobre el número de políticos en España en El Diario.es

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