miércoles, 23 de abril de 2014

GoPro: tecnología y nueva narrativa para contar historias

Hace diez años se comercializó una diminuta cámara de vídeo a la que sus desarrolladores llamaron GoPro. Fue diseñada para acompañar al usuario en su actividad, desde una aventura extrema, hasta lo más convencional de su día a día. Ahora se les llama cámaras de acción porque su potencial reside en la capacidad de captar el movimiento, como una extensión del cuerpo del operador, pero aportando un nuevo punto de vista que va más allá del plano subjetivo, un recurso tradicional del lenguaje audiovisual.

Los rasgos principales de la cámara son: un tamaño muy reducido, un peso en torno a los 70 gramos, calidad de imagen en el rango del 4K, y un objetivo ultra gran angular que abarca los 170 grados de ángulo de visión. Este novedoso cóctel de características ha simplificado la obtención de espectaculares planos subjetivos, en los que aparece el propio protagonista, y provoca en el espectador una integración absoluta en la historia. La gran profundidad de campo, consecuencia de una distancia focal muy corta, y la consiguiente nitidez en todos los elementos que intervienen en el encuadre, envuelven definitivamente al observador en un gran plano general repleto de detalles y de movimiento.   

Los usuarios de esta tecnología están dando lugar a la generación de un nuevo ciudadano-realizador, apasionado por contar en primera persona sus experiencias personales; se trata de una comunidad internacional que, de manera informal, produce miles de vídeos diarios que se exhiben gratuitamente en YouTube. La plataforma de hospedaje se ha convertido en su ventana principal de proyección y en un aliado imprescindible que retroalimenta el éxito de las GoPro gracias a un público prosumidor de contenidos, seducido por la estética de un nuevo tipo de relato y atrapado por la novedad de un poderoso, pero también asequible, recurso tecnológico.   

GoPro y YouTube son dos iniciativas empresariales que se han dado cita en ese lugar común que se llama Internet. Durante una década, ambas tecnologías han provocado una situación nueva en el panorama de la narración audiovisual. Aunque se trata de dos casos de éxito de la industria audiovisual dignos de tener en cuenta, su importancia trasciende a los beneficios económicos por el importante dinamismo que han inyectado en la producción de contenidos. Según la experta Vanessa Hand, en YouTube se publican tres vídeos por minuto grabados con una cámara GoPro, y eso a pesar del creciente uso de dispositivos móviles para tomar fotos y vídeos. Estas cifras son de vértigo para un recurso tan especializado con una cámara específica de vídeo; y establecen cierto paralelismo con el impacto que produjo, en 1884, el invento de la película fotográfica en rollo de George Eastman, que derivó en la legendaria Kodak, la primera cámara de fotos compacta con capacidad para cien fotografías. Si Kodak y la película en rollo popularizaron la fotografía, GoPro ha democratizado el llamado vídeo de acción.

Las comunidades de usuarios, que a veces se autodenominan goprosers, se comunican a través de foros realmente prolíficos en contenido. En esos espacios virtuales comparten experiencias, intercambian técnicas y bricolean multitud de accesorios para optimizar las prestaciones originales. Un buen ejemplo es el foro de Kpsport, el importador oficial de los productos GoPro para España, que cuenta con 9.008 miembros, 3.965 temas de discusión abiertos y 33.199 mensajes compartidos: si alguien tiene alguna duda técnica, probablemente ya haya sido debatida y resuelta allí.

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